Cada día de vida es un libro abierto a la razón, la virtud y el aprendizaje, quizás por ello resultó tan aleccionador para mí el encuentro con una adolescente bayamesa de solo 13 años, Claudia Bárbara Castro Thomas, quien cursa el octavo grado en el centro mixto Mártires de Girón.
Allí hay 954 educandos de secundaria básica y preuniversitario, Claudia es una más de ellos, pero sobresale entre todos por la grandeza de su corazón al abrazar una causa tan humana y hermosa como la lucha por el regreso a la patria de los Cinco Héroes cubanos encarcelados injustamente en Estados Unidos desde hace más de una década.
Es alta, quizás demasiado para su edad, de piel negra, ojos grandes y límpidos, voz firme y clara, pero lo que más llama la atención en ella son sus razonamientos, sus sentimientos exteriorizados a cada momento y el apasionamiento y seriedad conque asume una tarea que ella se impuso.
Aprendí de ella, al escucharla hablar y leer sus cartas a Antonio Guerrero y a Barack Obama, que nunca debemos darle cabida al desánimo y que nada es totalmente imposible, siempre podemos.
Igualmente me aleccionaron su dedicación, su entrega absoluta, sus convicciones y esa gran confianza en sí misma.
Vale compartir de forma textual la respuesta ofrecida cuando le pregunté qué sintió al recibir la primera misiva de Antonio Guerrero:
Indescriptible, orgullo, emoción… me sentí privilegiada, feliz, el corazón comenzó a “galopar” tanto que asustaba, por recibir noticias de su puño y letra de uno de los luchadores antiterroristas cubanos. Al serenarme la leí una y otra vez, y luego la socialicé, primero con mi familia y después con los vecinos y compañeros de escuela. Dice en unos de sus párrafos:
Sus líneas llegaron a mis manos y me llenaron de alegría, cubanía y aliento. Mi respuesta es breve y simple, pero les recuerdo que jamás los olvidaremos. Cada amigo, cada pionero y joven que nos escribe y cumple con la Revolución, está cada día en nuestra resistencia y nuestro optimismo. Un abrazo fuerte ¡Venceremos!
“Ya estaba comprometida, por eso la correspondencia continuó, se hizo más sólida, y aunque me he carteado más con Antonio, le he escrito igualmente a los demás.”
Claudia tuvo la valentía de decirle Obama en su carta:
Tome la justicia de la mano y libere a los Cinco Héroes cubanos prisioneros injustamente en cárceles de su país, ellos no hicieron otra cosa que evitar actos de terrorismo que entristecieran a nuestro pueblo y llenaran de luto y dolor a nuestra Isla, como lo han hecho en otras ocasiones grupos extremistas cubano-americanos desde el sur de la Florida, Miami.
El cautiverio injustificado de los Cinco es una crueldad, que se ha prolongado por más de una década, violando sus más sagrados derechos como seres humanos.
Seguimos el caso de Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González y le recordamos Señor Presidente que el 27 de mayo de 2005 la privación de libertad de ellos fue declarada arbitraria por el Grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.
Con todo el decoro libérelos ya, haga algo por ellos quienes merecen justicia y solidaridad, demuestre sus esfuerzos a favor de la humanidad y así justificará el Premio Nobel que le fue otorgado, si lo hace será un hombre de bien y altruista.
Esperamos no haga oídos sordos. Presidente Obama, los cubanos no aceptamos campañas mediáticas, vengan de donde vengan, ni manifiestos de intelectuales europeos para democratizar a Cuba que ya es democrática.
lunes, 24 de octubre de 2011
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