martes, 24 de enero de 2012

POR LOS TRES DESEOS PRIMARIOS DE UN SER HUMANO

Existen, según he escuchado, ciertas reglas con las cuales en este recién estrenado 2012, si tal fuera el empeño, pudiéramos alcanzar los tres deseos primarios de cualquier ser humano: salud, amor y dinero.
Para quienes la vida es sobre todo una satisfacción espiritual más que material, los dos primeros siempre superarán en importancia al último, aunque sería absurdo e hipócrita negar la necesidad de solvencia económica en pos de encauzar nuestros planes de desarrollo individuales y colectivos.
Propone atinadas reflexiones sobre nuestra actitud, vista como la causa determinante de la pobreza espiritual y material.
Esa verdad no requiere de muchos comentarios, basta con echarle una seria ojeada a los procederes particulares y sacar clara cuenta de si en realidad hemos actuado con voluntad para conseguir metas personales, o contribuir con aquellas de gran envergadura social que la Revolución acomete y de las cuales tantas veces nos desentendemos.
Los cubanos bien pudiéramos representarnos entre los seres del mundo que más pruebas de tenacidad nos han impuesto los últimos tiempos; sabemos mucho más que otros de problemas y carencias, de necesidades, tristezas y también de diferencias generadas por obligadas medidas para recuperar la economía nacional frente a un bloqueo externo que pretende, en vano, estrangularnos.
Mas, internamente, sería ilógico negarlo, también nos hemos autoimpuesto determinadas barreras al olvidar principios básicos como el desinterés, la constancia, la solidaridad...
Esas reglas aseguran que nuestra actitud es no pocas veces la que nos hace pobres y diferentes y propone como mejor fórmula para ser prósperos en el 20012 la observancia de las siguientes reglas: lo ético como principio básico; el orden y la limpieza; la integridad; la puntualidad; la responsabilidad; el deseo de superación; el acatamiento a las leyes y reglamentos; el respeto por el derecho de los demás; el amor al trabajo y el esfuerzo por la economía y su acometimiento.
Por supuesto, alrededor encontramos cientos de compañeros que han hecho de los anteriores principios signos de su comportamiento, entonces se trata de que todos asumamos por igual esa convocatoria, acaso la mejor forma de lograr en el año que nace: salud, dinero y amor.