FERNANDO

Mi Patria, mi Bayamo y todo lo que me rodea, se apoderan cada vez más de mi corazón.
Hoy por ejemplo fue un día en que el susto y la admiración se fusionaron en mi mente, porque mi hija está enferma y acudimos a la Clínica de Especialidades Médicas, lugar que enaltece la Salud Pública cubana.
Se trata de un sitio que más bien parece un espacioso palacio que una clínica, sumamente limpio, conservado, organizado y con un colectivo de avanzada.
Mucho pudiera decir de los servicios de Reumatología, Oftalmología, Psiquiatría infanto juvenil, o cualquier otro de los que allí se brindan, pero prefiero detenerme en el de Neurología, y más específicamente en la persona del doctor Fernando, neurofisiatra.
Este joven, integral por demás, es conocido y querido por todos, porque a su talento y profesionalidad suma ese don de mirar con dulzura y escuchar a todos.
Esta mañana una señora de la hermana provincia de Las Tunas (viene a tratarse aquí con él) le decía a un compañero del municipio de Río Cauto, “oiga no se preocupe, pues aunque usted no tenga turno Fernando lo atenderá a la hora que sea, él es un pan, no sabe decir NO”.
Yo por mi parte salí muy satisfecha de su consulta y me sentí orgullosa de ser conterránea de alguien como él.