Los rayos del Astro Rey se proyectan con una fuerza casi brutal sobre las cinco féminas que azadón en mano libran la tierra de malas hierbas.
Llegamos hasta la UBC La Jagüa, perteneciente a la Empresa Azucarera Bartolomé Masó, tras las huellas de una mujer que ha sabido enaltecer su sexo y demostrar cuánto puede hacerse cuando la voluntad prima, porque como afirma: “No hay trabajo difícil si uno quiere echar pa
lante ”.
Martha Verdecia Román es noticia nuevamente, y viene ahora a las páginas de este semanario porque será condecorada con la Medalla Jesús Menéndez en el acto nacional por el Primero de Mayo.
Su locuacidad y alegría impresionan, pues ni las largas jornadas vencidas durante sus 11 años como machetera, ni las responsabilidades como madre de dos hijos, esposa y abuela, ni los escollos que la vida en ocasiones ha puesto en su camino lograron apagar la llama de optimismo que brilla en su ojos y se proyecta a quienes la rodean.
La primera respuesta es rápida: “Esa distinción es la emoción más grande del mundo”, dice mientras pone las manos sobre el pecho.
Con su trayectoria podríamos llenar estas páginas, pero basta con escuchar la opinión de sus compañeros, o reflejar el resumen que el Sindicato provincial Azucarero ha hecho sobre ella:
Oriunda del municipio de Yara, trabajadora agrícola desde hace 30 años, de ellos siete como Vanguardia Nacional. Tiene el noveno grado vencido. De manera sistemática cumple sus normas al ciento por ciento como machetera con los parámetros de calidad previstos. Labora más de ocho horas diarias y acumula como promedio anual unas 200 de trabajo voluntario en labores agrícolas y en la Batalla de ideas.
Ostenta la Distinición Jesús Suárez Gayol.
La sonrisa siempre pugnan por aflorar a su rostro y en las frases hay seguridad y firmeza:”El año próximo vuelvo a la zafra, ahora estoy desyerbando.
“Yo no esperaba esta Medalla, pero me siento muy orgullosa, porque además, representaré a los trabajadores agrícolas. Esta selección me impone, no obstante mis 55 años, seguir pegá, como hasta ahora, mientras que me den las fuerzas.
“Es la primera vez que participaré en el acto nacional por el Primero de Mayo, y eso es como si me echaran gasolina para continuar luchando todo el tiempo.”
miércoles, 24 de abril de 2013
“La emoción más grande del mundo”
Los rayos del Astro Rey se proyectan con una fuerza casi brutal sobre las cinco féminas que azadón en mano libran la tierra de malas hierbas.
Llegamos hasta la UBC La Jagüa, perteneciente a la Empresa Azucarera Bartolomé Masó, tras las huellas de una mujer que ha sabido enaltecer su sexo y demostrar cuánto puede hacerse cuando la voluntad prima, porque como afirma: “No hay trabajo difícil si uno quiere echar pa
lante ”.
Martha Verdecia Román es noticia nuevamente, y viene ahora a las páginas de este semanario porque será condecorada con la Medalla Jesús Menéndez en el acto nacional por el Primero de Mayo.
Su locuacidad y alegría impresionan, pues ni las largas jornadas vencidas durante sus 11 años como machetera, ni las responsabilidades como madre de dos hijos, esposa y abuela, ni los escollos que la vida en ocasiones ha puesto en su camino lograron apagar la llama de optimismo que brilla en su ojos y se proyecta a quienes la rodean.
La primera respuesta es rápida: “Esa distinción es la emoción más grande del mundo”, dice mientras pone las manos sobre el pecho.
Con su trayectoria podríamos llenar estas páginas, pero basta con escuchar la opinión de sus compañeros, o reflejar el resumen que el Sindicato provincial Azucarero ha hecho sobre ella:
Oriunda del municipio de Yara, trabajadora agrícola desde hace 30 años, de ellos siete como Vanguardia Nacional. Tiene el noveno grado vencido. De manera sistemática cumple sus normas al ciento por ciento como machetera con los parámetros de calidad previstos. Labora más de ocho horas diarias y acumula como promedio anual unas 200 de trabajo voluntario en labores agrícolas y en la Batalla de ideas.
Ostenta la Distinición Jesús Suárez Gayol.
La sonrisa siempre pugnan por aflorar a su rostro y en las frases hay seguridad y firmeza:”El año próximo vuelvo a la zafra, ahora estoy desyerbando.
“Yo no esperaba esta Medalla, pero me siento muy orgullosa, porque además, representaré a los trabajadores agrícolas. Esta selección me impone, no obstante mis 55 años, seguir pegá, como hasta ahora, mientras que me den las fuerzas.
“Es la primera vez que participaré en el acto nacional por el Primero de Mayo, y eso es como si me echaran gasolina para continuar luchando todo el tiempo.”
Los rayos del Astro Rey se proyectan con una fuerza casi brutal sobre las cinco féminas que azadón en mano libran la tierra de malas hierbas.
Llegamos hasta la UBC La Jagüa, perteneciente a la Empresa Azucarera Bartolomé Masó, tras las huellas de una mujer que ha sabido enaltecer su sexo y demostrar cuánto puede hacerse cuando la voluntad prima, porque como afirma: “No hay trabajo difícil si uno quiere echar pa
lante ”.
Martha Verdecia Román es noticia nuevamente, y viene ahora a las páginas de este semanario porque será condecorada con la Medalla Jesús Menéndez en el acto nacional por el Primero de Mayo.
Su locuacidad y alegría impresionan, pues ni las largas jornadas vencidas durante sus 11 años como machetera, ni las responsabilidades como madre de dos hijos, esposa y abuela, ni los escollos que la vida en ocasiones ha puesto en su camino lograron apagar la llama de optimismo que brilla en su ojos y se proyecta a quienes la rodean.
La primera respuesta es rápida: “Esa distinción es la emoción más grande del mundo”, dice mientras pone las manos sobre el pecho.
Con su trayectoria podríamos llenar estas páginas, pero basta con escuchar la opinión de sus compañeros, o reflejar el resumen que el Sindicato provincial Azucarero ha hecho sobre ella:
Oriunda del municipio de Yara, trabajadora agrícola desde hace 30 años, de ellos siete como Vanguardia Nacional. Tiene el noveno grado vencido. De manera sistemática cumple sus normas al ciento por ciento como machetera con los parámetros de calidad previstos. Labora más de ocho horas diarias y acumula como promedio anual unas 200 de trabajo voluntario en labores agrícolas y en la Batalla de ideas.
Ostenta la Distinición Jesús Suárez Gayol.
La sonrisa siempre pugnan por aflorar a su rostro y en las frases hay seguridad y firmeza:”El año próximo vuelvo a la zafra, ahora estoy desyerbando.
“Yo no esperaba esta Medalla, pero me siento muy orgullosa, porque además, representaré a los trabajadores agrícolas. Esta selección me impone, no obstante mis 55 años, seguir pegá, como hasta ahora, mientras que me den las fuerzas.
“Es la primera vez que participaré en el acto nacional por el Primero de Mayo, y eso es como si me echaran gasolina para continuar luchando todo el tiempo.”
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