martes, 28 de mayo de 2013

Mientras tenga salud y fuerzas, ahí estaré

Hacer, amar, avanzar, no importan los días o las horas, ha sido, y es, la máxima de un hombre que conocí hace una treintena de años, y que hoy continúa con similar ímpetu. Aún me parece verlo ocupado y “dueño”, recorriendo el pasillo central de la escuela que dirigía, pero ya no está allí, sino en otras misiones no menos importantes, con su bata impecablemente blanca y sus más de cinco décadas de trabajo continuado en el sector de la Salud, entrega reconocida recientemente por su Sindicato en la provincia. Víctor Benítez Arceo, inició sus labores en 1957, cuando todavía solo era aprendiz en Radiología, y las ilusiones por un sólido lugar en el futuro no cabían en su juvenil pecho. Habla con orgullo de su trayectoria y no omite detalles: “Comencé como técnico en Rayos X, soy de la primera graduación en Ciudad de La Habana en 1959 e inicié en la Clínica Las Mercedes y al triunfar la Revolución pasé al hospital General Milanés hasta 1966, pues al inaugurar el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes, me trasladan para allá, donde además de mi función soy coordinador de los cursos de técnicos en Rayos X. “En 1972 me nombran Subdirector Regional de Docencia de la antigua Región Bayamo, y luego, ocupo el cargo de director del politécnico de la salud Clodomira Acosta Ferrales, labor que me obliga a incorporarme nuevamente al estudio hasta graduarme como profesor de Biología, más tarde ingresé en el Instituto Superior Pedagógico Blas Rocas, de Manzanillo, graduándome como Licenciado en Pedagogía y Sicología.” Víctor hace una pausa, y con una sonrisa pícara me pregunta ¿cuántos años crees que tengo?, y la vedad quedo sin una respuesta, porque la apariencia y la vitalidad hablan de una cifra, pero no se corresponde con el tiempo acumulado en el trabajo. “Pues tengo 71 años, lo cual junto a mis tres hijas, dos de ellas licenciadas en Educación y la otra en Sicología, y mi esposa Lucía Rodríguez, constituye mi mayor orgullo. Soy una persona dichosa, cuento con una linda familia que ha compartido mis alegrías y tristezas, y siempre me ha apoyado.” El recuento incluye, a su salida del “Clodomira Acosta” las funciones como metodólogo en la Filial de Ciencias Médicas Efraín Benítez Popa, de Bayamo. Igualmente el cumplimiento de varias tareas en el Ministerio de Salud Pública en la provincia, la atención de 2004 a 2006 de la Colaboración médica, las visitas a Haití y Honduras y la misión internacionalista a Venezuela. “Quizás no he hecho todo cuanto hubiera deseado, pero son más de 50 años atendiendo y dando todo para el pueblo. Mientras tenga fuerzas y salud continuaré trabajando y si nuevamente requieren de mis esfuerzos en Venezuela allí estar.

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